Arcano

Lunes 13 de febrero de 2006. Sala Galileo Galilei.

Policrómico, Romy y yo esperamos en la puerta la llegada de LaIre y Jose-el-de-su-clase. Llegan corriendo y algo desorientados por no estar acostumbrados a frecuentar esta sala; ante su puerta LaIre me pregunta si se trata de una discoteca o de una sala de conciertos... sonrío y le planto un beso, me siento muy contento y expectante por lo que está a punto de suceder, pero sobre todo me encuentro muy a gusto entre los míos, que han querido compartir conmigo esta experiencia (casi improvisada).

La sala está llena, no quedan huecos libres en los sillones y el revuelo es constante. Caras conocidas, compañeros de los sábados, mi maestra farandulera... y una lista con todo el repertorio de cortometrajes que estaban a punto de proyectarnos. "Arcano" era el último, respiro, tendré tiempo de sobra para hacerme a la idea...

Al rato de empezar el festival, aparece Mariote, sorprendente visita después de lo que supone venir desde (casi) "el más allá" tras una clase de yoga... parece que estamos todos, el festival continúa su marcha y todavía quedan unos cuantos cortos hasta el final. Los nervios son escasos, y la sala cada vez la veo más llena.

Por fin presentan "Arcano" como último corto de la noche, mi manos empiezan a temblar y mis amigos me transmiten muchas cosas mediante gestos y miradas cómplices. La música del principio me pone la piel de gallina, mi cara aparece en la pantalla y se me corta la respiración, voy a ser muy crítico conmigo mismo y eso me asusta, pero el montaje ha quedado chulo y me va gustando poco a poco.

El final me deja absorto, no se cómo reaccionar ante las caras de mis amigos y el escaso tiempo del corto dificulta su comprensión, pero me da igual, satisfecho de mi interpretación cierro uno de mis primeros trabajos en la escuela y voy corriendo a felicitar al resto del equipo; me comentan que no me preocupe por ciertos fallos, que la versión final la presentan en Junio y que a lo mejor nos llaman para doblar alguna escena... también me dicen que preparan otro rodaje y que esperan verme en las pruebas. Sonrío abiertamente y me despido, ha sido un buen trabajo y me siento satisfecho.

Esto no ha hecho más que empezar...

Hace tiempo que me cuesta retomar el mundo del blog.

El comienzo del nuevo año ha estado lleno de emociones intensas y cambios buscados desde hace tiempo. Ahora tendré que escribir líneas como estas desde el trabajo ya que mi deseada independencia no me permite tener, de momento, el lujo de Internet.

Comenzar a vivir solo (o en mi caso con compañeras de piso) tiene sus inconvenientes, pero estoy seguro de que las ventajas que me esperan compensan los límites económicos y de conviviencia a los que estoy poco acostumbrado. Ahora más que nunca vuelvo a sentir un revuelo en el estómago que me permite encauzar mi vida hacia donde yo quiero, emociones que me van a hacer valorar cosas que antes ansiaba y no tenía.

De momento me cuesta entender ciertas situaciones hasta ahora desconocidas para mí: el precio de la comida, el agua y el gas; el respeto por los compañeros y la tolerancia; la reducción de gastos... pero sobre todo la posibilidad de vivir de una forma más abierta mis sentimientos.

En sólo dos días la relación con mis padres ha mejorado bastante, se han preocupado porque mi nueva casa sea lo más cómoda para mí, y eso que han sufrido lo suyo viendo cómo dejaba mi habitación vacía y los armarios sin una sola prenda. Los amigos que dejo atrás (en la distancia, claro) me han demostrado la melancolía que supone perder ciertos cafés, citas inmediatas cerca de casa... pero las ganas de vernos hará que se acelere esa necesidad.

Ayer después de trabajar me fui al cine con los compañeros de trabajo, y hasta ellos me decían que mi gesto se había relajado con eso de no tener que estar pendiente de los horarios de autobuses y trenes... tardé 15 minutos en llegar a mi casa desde la Gran Vía... eso sí que es un lujo.

Ahora más que nunca me gusta Madrid, sobre todo cuando por las mañanas lo primero que veo es el Palacio Real (después de las legañas de Mabelita).

Besos para todos, espero que nos veamos pronto para brindar por esta época tan dulce que me está tocando vivir.