martes, noviembre 30, 2004

Fin de mes.

Hoy he recibido mi primera nómina, y aunque no hago más que escupir sapos y culebras cada vez que hablo de Delta, hoy se me ha llegado a escapar una sonrisilla en la oficina: me han dado el famoso díptico que reza "Confidencial" en la portada y que tanto he envidiado desde mi época de becario.

La remuneración es una motivación para trabajar, pero en mi caso es un auténtico alivio, no es que sea un sueldo para tirar cohetes (o independizarme la semana que viene) pero al menos me da para pagar el teléfono y unas copillas.

Continúan mis andanzas por la capital, recorriéndome el metro de cabo a rabo y amortizando el abono como nunca. Los vendedores de electrodomésticos cada vez me caen mejor y a veces llego a acabar sus frases mientras les entrevisto; lo que peor llevo son los plantones, la paliza que supone ir varias veces a la tienda para pillarles en el mejor momento, y la constante entrada de clientes durante la entrevista (he llegado a estar 2 horas en una tienda, formando parte de la exposición).

Este estudio está acabando conmigo pero me consuela saber que es algo temporal y que en algún momento caerá algo chulo (cosas de marujillas y productos nuevos).

En fin, desde aquí desearle un buen viaje a Logansan que se nos va a London el fin de semana y a mi prima Lourditas que se va a Irlanda a buscar a su novio. Yo de momento buscaré ayuda logística para comprarme una cámara digital con mi primer sueldo.

Best regards!


domingo, noviembre 28, 2004

Elektropop, elektroclash, soulseek...

Con eso de querer mejorar mi cultura musical y huir de los comercialismos fáciles y masivos, ayer por la noche Javi-Médico me propuso ir a una fiesta a la sala Coppelia. Cuando le preguntaba en qué iba a consistir el evento, él sólo se empeñaba en describírmelo como "una fiesta de modernas", por lo que enseguida pensé en Ovejitas_ como acompañante oficial.

Mi querida fotologgera aceptó encantada y rápidamente comenzó a confeccionar el vestuario más adecuado para no desentonar con el ambiente (chapas, zapatos de tacón, faldita por las rodillas y maquillaje pop-fashion).

Primero cena y copitas de rigor por el barrio de Chueca (y yo me iba preparando mentalmente para el momento de entrar en el Coppelia... Sólo había ido una vez y la experiencia no fue muy positiva, quizá no estaba en un momento tan receptivo como el de ahora).

Sólo una copa nos duró el encuentro con Toni, Iván y Fernando, que en cuanto supieron de nuestros planes prefirieron quedarse por el barrio. Anoche me di de baja en el plan de los sábados, tenía mucha curiosidad por la fiesta popera...

Clavada en la entrada (12 euros+copa) y muchas pintas entrando por la fila de los que están "en lista"; copazo urgente y música que me recordaba a mi época del "Ocho y medio".

Javi-Médico me pone al tanto de este tipo de fiestas y de los grupos que suelen ir a tocar (de nombres impronunciables e imposibles reglas mnemotécnicas para recordarlos) mientras Ovejitas_ y J.Ma deciden jugar a los hielos.

Gente vestida de militar, chicas que parecen chicos, chicos que parecen chicas, Aviador-de-luxe (colega de Logansan) "en plan travesti" que nos saluda en minifalda, con peluquín y un maletín de Puma, comentándonos que no era uno de sus mejores atuendos; y a mí cada vez me entra más la risa...

Un grupo llamado "Graba, grábate" (creo recordar) prepara sus bártulos mientras nos preguntamos si sus miembros van disfrazados del yeti o de espermatozoides... La música suena estridente y decidimos cambiarnos de sala.

A las 3 y media toca un grupo del que Javi y J.Ma son fans: Putilátex; a mí me sonaba bastante, pues Ovejitas_ y Javi llevaban tiempo cantándome su tema estrella: "Miraunamoderna, mira-una-modernaaaa... de mierda...".



Su actuación me hizo gracia, son un show en escena y reunieron a mucha gente; todos coreaban sus canciones ("Moderno pero gorrino, ese es mi destino. Sexo y electro, es todo lo que me meto. Pornoclash, ¡¡que flash!!") y a veces yo me sorprendía repitiendo algún estribillo. Su puesta en escena es brutal, no se cortan un pelo en decirle burradas a las modernas y el público pidiendo a gritos que la chica enseñara sus partes más íntimas (y lo hizo). Desde luego que nunca había visto algo así... curioso.

A las 4 nos fuimos para casa con un pitido interminable en los oídos y con la experiencia clavada en la retina para que no se me escapara un sólo detalle (digno de estudio sociológico).

Y para rematar el fin de semana, he decidido hacerme un fotolog, a pesar de las críticas de muchos yo también me he subido al carro: http://fotolog.terra.cl/enimagenes.

A ver qué tal se nos da la semana...

sábado, noviembre 27, 2004



Siempre he sido un flipado del Marketing, pero la campaña de Nobel es una de las pocas que me ha hecho sentirme bastante identificado; es la marca que fumo habitualmente y sus cajetillas me parece que han sido diseñadas de una forma muy inteligente: dan de qué hablar, consiguen hacer algo de sombra a los horribles mensajes de las "autoridades sanitarias" y siempre busco en las cajetillas de mis amigos otros mensajes que acabamos comentando (aunque a veces sólo sea para darnos cuenta de que nuestras vidas son una auténtica contradicción).

El que correr no me lleve a ninguna parte siempre lo he sabido, pero peco mucho de ser impaciente. En la entrevista que me hicieron el otro día en Idea me preguntaron (entre otras cosas) qué actitudes me gustaría cambiar, y una de las que se me viniveron enseguida a la cabeza fue esa: a veces corro demasiado y no se esperar... ¿Mi estrategia? Contar hasta 10, pero a veces los impulsos se adelantan.

Por eso me gusta la campaña de Nobel y por eso me gusta tanto trabajar en Marketing, lo que pasa es que actualmente no estoy en ningún estudio que me motive especialmente...

Un conocido grupo de electrodomésticos ha encargado a mi empresa un estudio acerca de la satisfacción de los encargados y vendedores de electrodomésticos con sus proveedores; puede parecer interesante, pero cuando supe de la dinámica mi ilusión por los estudios de mercado continuó en su decadencia (made in Delta): tenía que ir por las tiendas, sacar mi grabadora, mi cuadernillo de notas e intentar convencer a estos humildes currantes de cederme una hora de su tiempo para contestar a estúpidas preguntas del tipo: ¿le gusta su trabajo?, ¿qué buscan los clientes en una tienda como esta?, ¿qué tiene de positivo la marca Fagor?, ¿y Balay?... Ocho páginas repletas de preguntas que deben contestar en aproximadamente 1 hora, que se acaban convirtiendo en 2 por el goteo constante de clientes preguntando por hornos, cocinas, fregaderos... Y ahí el que sobra soy yo (evidentemente).

El otro día a un compañero mío le tocó ir hasta Alcalá de Henares, afortunadamente de momento a mí me han tocado zonas a las que puedo llegar en metro... pero la cara de los empleados cuando me ven entrar y sacar la grabadora, no tiene precio.

Correr no me llevará a ninguna parte, pero estoy deseando que me llamen de Idea para darlo todo en la 2ª parte de las pruebas -al menos sus clientes son la MTV, Burger King, VIPS, Mc-Cann-Erickson (anuncios Coca Cola)- y poder dar puerta a la empresa que me está quitando la ilusión por la Investigación de Mercados... (dramático, pero hoy tengo el día un tanto victimista).

Happy weekend!!

(Un día de estos me sorprenderé escribiendo un post en inglés...)

miércoles, noviembre 24, 2004

O terra galega.

Cae la tarde en La Coruña y el sonido de las gaviotas me recuerdan que estoy cerca del mar, lejos de casa.

Finalizada mi jornada laboral decido dar un paseo por esta ciudad desconocida para mí. Miro todo lo que me rodea con interés, como un niño chico que está descubriendo el mundo. Cada rincón intento emparejarlo con pedacitos de otras ciudades: Murcia, Vitoria, Santiago... Puede que no tengan relación alguna, pero mi mente busca entre los recuerdos detalles que hagan de este lugar algo más familiar.

Inquieto y preguntando siempre que tengo ocasión, siento en los orihundos un vuelco de generosidad y orgullo para que no se me escape nada antes de volver a Madrid: la Plaza de Santa María Pita, el paseo marítimo, la playa de Riazor, los jardines Méndez Núñez... tantas cosas que al final de la tarde me duelen los pies, y el cansancio de un día largo a mis espaldas hace que mi cuerpo pida a gritos algo de descanso.

Aún así me quedan fuerzas para entrar en una tienda y llevarme algo de recuerdo; de repente entran tres señoras mayores que me resultan familiares: son murcianas turistas que han entrado buscando lo mismo que yo (regalicos pá sus zagales). No pude remediar ser indiscreto y preguntar: "¿Son de Murcia?"; la respuesta fue un "sí" cariñoso y emotivo, y una de ellas me dice: "Es que acaso eres murcianico, hijo?", "No, pero casi...". Se sonrien y acabamos hablando del zarangollo, las pelotas de carne y el caldero, bajo la mirada celosa de una gallega que se asombra de que no alabemos su tierra.

Me despido de ellas y salgo de la tienda con más ganas que nunca de "comerme" La Coruña.

Aburiño.

domingo, noviembre 21, 2004

La noche de los clones.




Sí... el viernes estuve en Gabana con Josechu y Pepita. La historia de cómo acabamos allí es bastante larga, así que intentaré abreviar.

La noche empezó en Trago's a base de calimochos (Josechu y yo), cervezas (Pepita) y entre bostezos y servilleteros a modo de almohada por parte de Pilarinchi.

Sin planes a la vista, Pepita decide darle un toque a su hermano Kike para unirnos a él. Kike Pinna (o "el apuesto y joven empresario", que fue como le llamó la revista "Sorpresa" cuando mantuvo una fugaz a la par que intensa relación con Carmen Morales) es un tío enrolláo, que se lo pasa bomba, cobra una pasta, es simpátiquísimo y todavía vive con sus padres... de mayor quiero ser como él (por lo de que se lo pasa bomba, claro...).

Primero fuimos a uno de esos bares pijos de la zona de la Castellana (Shabay), aparcacoches, mucha niña mona pero ninguna sola y house comercial en el ambiente (amenizado por un tío que tocaba el saxo en vivo). Kike nos invita a unas copas y flipamos bastante con la peña: putillas a su alrededor intentando cazarle, pijos redomados, homosexuales reprimidos y un Julio Aparicio (el torero) bastante borracho y/o encocado (y con fama de ser bastante corto... cortito...).

Después de un par de copas más Kike nos anima a cambiar de bar y nos da una serie de nombres para entrar sin problemas en otros locales más chics todavía, uno de ellos es Gabana y yo convenzo al resto para conocerlo (a lo mejor está por allí Terelu y podemos comprobar su metro veinte de estatura y su 120 de pecho... qué maldad).

Tenemos problemas con el gorila de la entrada: o pagamos 42 euros por persona (sin copa) o no nos dejan pasar. Pepita saca sus armas de RR.PP profesional y comienza a recitar las instrucciones de su hermano:

- ¿Está Babi?- dice Pepita sacando pecho y tragando saliva.

-¿Quién le busca?- dice el gorila mientras nos examina a Josechu y a mí, y nosotros le devolvemos una sonrisa intentando mostrar seguridad e indignación por este recibimiento.

-Venimos de parte de Enrique Pinna...

Tensión, miradas entre los gorilas, y se nos abre el paso como la puerta de Sésamo...

Sorprendidos por la situación y alucinando por lo que es capaz de pagar la gente para estar en un sitio como éste, bajamos corriendo a pedirnos unas copas en honor a Kike (y que gracias a su aguinaldo nos salen gratis) y miramos los clones que bailan en la pista: ellos con camisas claras, pantalones de pinzas y algunos con chaqueta de pana marrón; ellas más variadas pero con las mismas poses y la misma forma de bailar y de mirar por encima del hombro que las hacen tan similares. Ningún famosete a la vista... y entonces, ¿cuál es la atracción de este sitio? ¿qué tiene esto que no tengan los demás?...

Copas caras, ambiente rancio de pijismos, cocainómanos, mafiosos, prostitutas y trajes de Armani, frente al imperio Inditex que resonaba en nuestras prendas y que lucíamos orgullosos...

Echamos un par de bailes al son de un house comercial y de alguna canción que nos sabíamos (Call on me...), comentarios y miradas cómplices entre los tres, y las ganas de huir de allí cuanto antes para poner los pies en la tierra.

Salimos del (decepcionante) garito con una piruleta de corazón en la boca (que nos había costado... casi 2 euros!!!) y apartando nuestras miradas de los gilipollas que se agolpaban en la puerta para recoger sus deportivos.

"Estaríamos mejor en el Long Play" dice Josechu... y yo por esta noche le doy la razón.

Lo mejor:

- La mini-conga que nos montamos los tres en la pista de baile.

- La falta de identificación con sitios como este.

- Kike, que nos hace experimentar estas cosas (de todo se aprende).

- Josechu y su despiste entrando en dirección contraria por Goya.

- Pepita llamando "nena" a las camareras e intentando pagar las copas con la tarjeta del zoo.

- Y las piruletas del final.

Y esssoooo....

sábado, noviembre 20, 2004

Curiosidad, plumas y Peret.



Mi filosofía por considerar el exceso de pelo un exceso de energía negativa (lo dijo Bunbury y yo le creo), lleva tiempo martirizándome, pues no encuentro el momento oportuno para raparme y cuando lo encuentro, las peluquerías están cerradas.

Así que el viernes, siendo uno de los últimos en abandonar la oficina, pregunté a mi compañera MJ por "centros capilares" cercanos a la glorieta de Bilbao, económicos pero sin caer en la estética cañí de los años 70.

Primero me recomendó "Juan, por Dios" (en pleno barrio de Chueca) y después de imaginarme a Gilda con el teclado electrónico en nuestro futuro grupo de éxito con el mismo nombre, decidí llamar y pedir hora, pero ya estaba todo cubierto y no me atendían hasta el sábado por la tarde (yo ya estaba empeñado en cortármelo el viernes, y de ahí no había quien me sacara).

Seguimos buscando, y por fin, MJ saca entusiasmada de su cartera una tarjeta de visita con forma de corazón y de color morado. Con el temor de acudir a ese sitio y salir de ahí con extensiones kilométricas o con mechas verdes, mi primera reacción fue de rechazo, pero consigue convencerme y pido cita para las 6 y media.

Este lugar tan... peculiar se encuentra cerca de la plaza de Santo Domingo, en una calle cuyo nombre me empeñaba en pronunciar como un conocido dulce de Semana Santa (calle Torija, no torrija...).

La puerta de la entrada era de color verde pistacho, y un escaparate lleno de bustos de mujer con extensiones de todas las formas y colores nos daba la bienvenida. MJ pasa delante de mí y saluda a Paco como de toda la vida, tras ella yo observaba el local, entre asombro y preocupación por mi futura imagen: paredes empapeladas con pentagramas y notas musicales, recortes de periódico que anunciaban películas de Almodóvar, boas de plumas colgando por todas partes (y haciendo juego con el plumífero de su dueño), dibujos de mujeres de los 80, pegatinas del Orgullo Gay, revistas recientes y antiguas... y al fondo canciones de Peret taladrando una minicadena y que hacían mover con gracia las caderas de la ayudante del peluquero, que secaba el pelo a una clienta que más bien podía ser la vecina de Manolito Gafotas.

Paco tenía el pelo rapado, patillas y perillas muy finas y un piercing puntiagudo debajo del labio inferior. Ronda los 40 años y cumple todos los requisitos para ser una loquilla muy simpática.

Mientras me corta el pelo (tras explicarle cien veces y de forma gráfica cómo quería el corte para evitar sorpresas finales) me cuenta que vive en la sierra, que tiene 3 hijos y que se muere de ganas por irse a vivir a la ciudad ("harto de las vacas", palabras textuales). Mis carcajadas intentan hacer sombra a los gorgoritos de Peret y MJ va aprobando mi nueva cabellera.

Un buen rato después termina su obra y yo, satisfecho, me alegro de haber conocido este sitio que parece haber sido decorado por El Deseo Producciones S. A.

A pesar de estar cansado por la semana de curro, tenía ganas de salir, y así lo hicimos Josechu, Pepita y yo... hasta altas horas de la madrugada en sitios en los que no me hubiera imaginado jamás, pero el corte de pelo había que estrenarlo por todo lo alto... Eso ya lo contaré otro día.

Besos.

lunes, noviembre 15, 2004

Relato de un infiel.

Hoy he podido disfrutar de Madrid en una tarde fría pero soleada, avance de una Navidad que está ya a la vuelta de la esquina. Argumentando una inexistente visita al médico, hoy me he escapado de la oficina a las 4 y cuarto de la tarde, he cogido el metro hasta la parada de Lista y he estado paseando por la calle José Ortega y Gasset hasta el número 85.

En este lugar me he topado con un edificio luminoso, de esos que prometen viviendas antiguas y grandes, pero remodelado. El portal era tan alto y lujoso que me ha hecho imaginar grandes coches de caballos entrando al son del taconeo de las pezuñas, y que avisaban de la llegada de los dueños allá por el siglo XVI.

Entro con cierta sensación de invadir la intimidad de adinerados vecinos, con el asombro que me producen los adornos de escayola de techos y paredes, y los remates dorados que hacen brillar unos buzones amplios, presa exquisita de más de un buzoneador comercial.

Sin portero humano a la vista, me dispongo a coger un ascensor del que pudiera salir cualquier aristócrata o personalidad del cuerpo diplomático, pero decido subir andando y disfrutar con calma de las escaleras de madera y las pesadas puertas con sus inmensas mirillas.

Me detengo en el 3º A-D, y he aquí mi acto de infidelidad: la empresa Idea Strategic me ha citado a las 5 para una entrevista de trabajo.

La oficina me ha dejado boquiabierto: más propia de un estudio de algún diseñador famoso que de una empresa de Investigación de Mercados, me he dedicado a estudiar con minuciosidad los detalles de la entrada y los complementos estéticos mientras esperaba que alguien me recibiera: ordenadores con pantalla plana, lámparas halógenas en todas las mesas, un suelo de madera pulidísima y unos cuadros de naturaleza abstracta pero con encanto, tenían absorbida toda mi atención.

Mi sensación de culpabilidad por haber mentido piadosamente a mi jefa y compañeros se desvanece, y comienzo a sentirme afortunado por poder disfrutar del espectáculo de competencia entre Delta e Idea (ventaja clarísima a favor de Idea).

Más de 2 horas de entrevista personal, pruebas de inteligencia, de personalidad, proyectivas (dibuja un árbol, una persona y otra persona del sexo contrario) y una redacción en inglés han servido para desear con fuerza mi posibilidad de trabajar allí, y una mirada de compasión hacia Delta y su descuidada infraestructura...

Al menos tengo la fortuna de poder seguir trabajando... y seguiré mintiendo si hace falta, aunque sólo sea por conocer más empresas o por los paseos por Madrid que suponen llegar hasta ellas.

Besos y feliz semana.

sábado, noviembre 13, 2004



Estas son unas pegatinas que Ovejitas_ ha creado en su tiempo libre y en su afán por explotar el arte que guarda dentro... Es la "kissing a fool" collection (= colección "besando a un tonto").

La verdad es que el nombre tiene tela, y desde que lo leí en uno de sus flogs siempre creí que había que sacarle partido; con sus manitas, sus folios-pegatinas y sus conocimientos informáticos, ha hecho estas super-pegatinas-poperas que ya tiene casi medio pueblo.

Hoy me he juntado con ella para andar un poco y desengrasar nuestros músculos, y mientras nos dirigíamos hacia el Office Depot (e íbamos pegando de éstas por farolas, paradas de autobús y señales de tráfico) dejábamos volar nuestra imaginación y al final nos hemos encontrado con un negocio bien parecido al de Jordi Labanda: bolsos, camisetas, más pegatinas, cuadernos, bolis, edredones... una marca de ropa, un grupo de música... vamos, que el nombre tiene tirón y merece la pena explotarlo.

Así que en un halo de realidad Ovejitas_ ha decidido registrarlo rápidamente no sea que cualquier gracioso alternativo (de los que abundan por aquí) vea una cosa de estas en una de las paradas de autobús y nos robe la idea de nuestra fábrica de sueños.

Yo seguiré pensando más cosas, que a mí lo de "crear" siempre se me ha dado muy bien y me lo paso bomba... mientras mi amiga pone la mano de obra, yo voy aportando más ideas...

(Oye, que Amancio Ortega hizo algo así con el imperio Inditex...)

Aunque creo que de momento me iré a sobar, esta semana ha sido larga (ver anterior post) y todo esto del Marketing me está obsesionando un poco...

Tá luego!! (y mañana me voy de fiesta...)




jueves, noviembre 11, 2004

Esta semana se me está haciendo eterna, y eso que hemos tenido una fiesta en medio que se supone que te da un respiro para aguantar mejor lo que queda.

En mi oficina los nervios están de punta, todo el mundo critica a todo el mundo, siempre hay problemas para llevar a cabo el trabajo y las sonrisas escasean como el agua en ciertas regiones de nuestra península.

Yo miro con los ojos muy abiertos, intentando sonreir pero con la impresión de que molesta, dado el contraste que resulta con las caras del resto de mis compañeros.

Las comidas se hacen en 15 minutos, prácticamente nadie fuma en esa empresa, y cuando me enciendo un cigarrito en un sitio donde no pienso que vaya a molestar, se me planta al lado la única embarazada del lugar pidiéndome un respeto por la salud de su hijo (mientras se acaricia la barriga de escasos 5 meses)... Yo sonrío, apago mi cigarro y me voy a mi sitio, a seguir dejándome los ojos en un ordenador que va a pedales, y en una postura que más bien vale una buena denuncia por el (inexistente) departamento de riesgos laborales: parezco una abuela con chepa.

El miércoles se plantan a las 9 y media de la mañana ocho clientes recién llegados de San Francisco criticando la comida española y bajándose a por unas pizzas y unas hamburguesas creyendo así que van a comer mejor (ya reventarán de grasa); una de Londres que pone caras de asco cada vez que le sirven un café y nos pregunta constantemente si lo que se va a beber es café o gasolina (nunca entenderé ese humor), y otra española que no hace más que pedir agua y decirme que mi cara le suena de otros estudios (pero si me incorporé la semana pasada!!!).

A mi correo llegan emilios de una tal Laura Haxton de London que me cuenta cosas super raras sobre un estudio de "alergia a las gramíneas", que encima se sabe mi nombre (vamos, que no es un Reenviado de esos que tanto manda mi amigo JM) y me adjunta diversos documentos relacionados que tengo que mandar a traducir porque no me entero más que de lo simple que nos enseñan en 3º de EGB (presentation, group, name, document, carachteristics... y que encima no se ni siquiera si se escriben así).

Y cuando intento hacer una gracia para romper la tensión que domina en el ambiente, sólo se me ocurre decir: "Joder! Esta oficina parece la Puerta del Sol: está llena de guiris!!!", recibiendo miradas inquisidoras de mis compañeros del estilo: "cállate, a ver si te van a entender", y frustrando mis deseos de despertar sonrisas y complicidad.

En fin, deseando que llegue el fin de semana, aprovecho para anotar en la agenda uno de los primeros propósitos para el año que viene: apuntarme a clases de inglés.

Kisses and have a good friday (olé).

martes, noviembre 09, 2004



Unas fotos de nuestro viaje a la casa rural hace dos fines de semana...
Para aquellos a los que no les guste que ponga fotos (Rebe, ejem...), que no desesperen, en breve ya me hartaré a escribir, pues Lycos me habrá quitado el espacio para las fotos y no podré plasmar mi arte con el paint...

(Si alguien sabe de otros sitios donde ofrezcan espacio gratuito sin necesidad de tener una página web, que me lo cuente, thanks).

Besos y feliz semana post-Almudena.

domingo, noviembre 07, 2004


Y yo sigo sin entender qué es lo que pasa con el barrio de Chueca. El Sábado, con motivo de la "conexión Madrid-Murcia" para celebrar el cumpleaños de Jeremy25, salimos por una de las zonas más solicitadas y deseadas desde los últimos años.

No se si será porque "lo gay" está de moda, porque Madrid se está haciendo pequeña, o porque el síndrome "el verano se ha acabado pero mi mente y mi vestuario siguen estando en pleno agosto" hace mella en la población de esta ciudad tan superpoblada (valga la redundancia).

Mucha peña murciana (María, Diana, Brancho, Isabel, Eva, Jeremy25 y J.) y algunos de por aquí (Javi Médico, Mario, Victor, Gilda, Ovejitas y yo) anduvimos un poco despistados y sin saber muy bien dónde caernos muertos ya que en pocos sitios dejaban entrar a un grupo tan numeroso...

Acabamos, para no romper la tradición, en el LP, y aunque a algunos nos cueste entrar al mogollón, el anfitrión deseaba pachanga y ése era el lugar más adecuado para 14 personas sedientas de garrafón y de algo de música que calentara un poco el ambiente.

Algunos evitaron la marcha "long-playera" (v. g. Mario y Víctor), otros aguantaron hasta amortizar los 9 euros de la entrada (Gilda y J.), y el resto nos quedamos aguantando los empujones, las miradas indiscretas, los encuentros indeseados y deseados de habituales del lugar, y las actuaciones de locas almodovarianas que te dicen cualquier cosa con tal de meterte la lengua hasta el esófago (puag!).

Menos mal que a una hora prudente la cosa empezó a decaer, los murcianos empezaron a plantearse la huida, y Ovejitas y yo tomamos la acertada decisión de huir con ellos hacia el último autobús que nos dejara en nuestra aldea de ricos y famosos.

De camino a casa me planteaba: por qué si tanto critico ciertos sitios del ambiente, siempre acabo cayendo de nuevo; cómo es que Ovejitas sigue aceptando a salir conmigo a pesar de terminar casi todas las noches haciendo lo mismo en el mismo sitio (pobre...), y se me venían a la cabeza los caretos de la gente que me encontré en el baño del LP y que más de una vez provocaron en mí las ganas de salir corriendo y mear en una esquina detrás de cualquier loquilla.

A ver qué pasa el sábado que viene...

Muchas felicidades Germancito!!!!


viernes, noviembre 05, 2004




Voy a perder el miedo, el miedo a perder...

Voy a aprender poco a poco a ser quien quiero ser.

Voy a tener la razón, a defender mi opinión si creo que eso es lo que hay q hacer.

Voy a hacer las cosas bien, tener valor... por fin.

Voy a dudar de todo, de todo lo que se...

Voy a empezar de cero sin fijar ningún final.

Voy a subir sin parar, voy a volver a caer... puede que incluso me levante otra vez.

Voy a hacerlo todo mal, y no seguir así...

Voy a empezar a perder el miedo a perder, si tú te vas de aqui.

Voy a matar el tiempo para no pasar de hoy.

Voy a ganarme el cielo aunque ya no crea en dios.

Y no soporto la inercia que me hace girar constantemente alrededor del sol.

Voy a cuestionar la gravedad si no me acerca a ti.

Mírame volar, mírame soñar, mírame tocar el fuego con los dedos... mírame perder el miedo...

Fangoria, me acompaña las mañanas de mi primera semana de trabajo durante los atascos, y me evita (aunque sólo sea a través de sus canciones) caer en la rutina y la dependencia -de nada y de nadie-; me dejo llevar un poco por los oscuros optimismos de esta mujer que me apasiona, y siento que esas letras las ha escrito cazando al vuelo las ideas que se me escapan en el poquito tiempo que me queda para pensar.

Besos para todos.

martes, noviembre 02, 2004

El Arenal (Ávila)

Pepita me cita en su casa a las 11 de la mañana... Resacoso pero con ciertas ganas de perder de vista Madrid, me presento impuntual en su puerta... cuando me abre, el horror y la desesperación cubren mi rostro y me dan unas ganas inmensas de gritar y de pensar que todo es fruto del delirium tremens causado por el alcohol del viernes: Pepita me recibe rodeada de bolsas y cajas como si fuera un árbol de Navidad...

Conseguimos cargarlo todo en el coche, entre tacos y maldiciones por mi parte sin llegar a entender el exceso de equipaje que esta nueva Piquer llevaba para dos días. Cual matrimonio marroquí emprendemos la marcha buscando una mano amiga que nos lleve parte del equipaje en la siguiente tanda, ya que las otras dos ocupantes (Laire y Aramis), o se iban en autobús o no cabían en mi humilde vehículo. Localizamos a Josechu y conseguimos endosarle (casi una hora más tarde) dos camas hinchables, el equipaje de Pepita, el de Laire y algunas bolsas llenas de calabazas con agujeros en forma de ojos, nariz y boca...

Hacia la una y media de la tarde ya estábamos de camino hacia Talavera de la Reina con el culo del coche rozando el suelo. Atasco a la altura de Móstoles y un viaje amenizado por Hombres G, el baile del canguro (moviendo el culo) y los comentarios que hacían Laire y Aramis del Hola y el Lecturas que habían comprado en la gasolinera.

Llegamos sin problemas a El Arenal (Ávila) y mientras Pepita localizaba por teléfono a la dueña de la casa (la Teodora de Antonio el de los camiones) por fin disfrutábamos de un paisaje montañoso y otoñal único de esa zona de Gredos.

La casa rural estaba situada en lo alto de una montaña que rodeaba al pueblo, y llegar hasta ella fue toda una aventura dadas las características de mi coche-de-ciudad, el peso y el camino de barro que llevaba hasta algo parecido al portal de Belén.

Una vez dentro de la casa, el marido de la Teodora comienza a darnos las instrucciones: la calefacción funciona a base del calor que emana la chimenea, el agua caliente y la nevera dependen de un calentador que hay en la cocina, y la luz eléctrica de una bomba de gasolina que se encuentra debajo de la piscina y que tenemos que rellenar cada tres horas... Nuestra cara lo decía todo, y la de los caseros también ("pijos de mierda").

Una vez nos dejan solos, los cuatro comenzamos a hacer nuestra la casa: colocamos el equipaje y comienza la espera del resto que están empezando a salir de Madrid. Yo me emociono colocando leña para la chimenea e intentando mantener caliente el salón, y me siento como el padre de familia de La Casa de la Pradera...

Por fin va llegando la gente, Josechu, Pilarinchi, Miguelón y su amigo David flipan con el funcionamiento de este caserío, pero pronto nos animamos preparando la cena y colocando los adornos caseros que improvisamos para la noche de Halloween y el cumpleaños de Nachete y Pilarinchi. Cuando llegan Gabi, su hermana Maytetxu y Nachete ya está la familia al completo, y "el huevo" de Aramis vomitando a todo volumen canciones de Los 40 Principales (total, como no teníamos vecinos a unos cuantos kílómetros "a la rotonda"... ¿o era a la redonda?).

Nos disfrazamos de miedo: unos de brujos, otro de monje-satánico algo fashion, otra de Miércoles, una pareja que más que miedo daba risa (parecían Las Virtudes) y Nachete y Pepita de momias... aunque al poco rato a la momia hembra se le cayeron todas las vendas y sacó su disfraz de repuesto de Morticia Adams (ahora entiendo el por qué de tanto equipaje...).

La cena estuvo bien: canapés varios adornados con arañas, moscas y demás bichos de plástico; pero lo mejor fueron los cubatas de después, que convirtieron aquella Casa del Terror en un Sodoma y Gomorra algo más light pero igual de erótico-festivo que el original; no hubo juego de hielos por medio, pero sí el de "beso, verdad o atrevimiento" bajo mi proposición... Ais, parecíamos un batiburrillo de "Al salir de clase", "Gran Hermano" y "La Granja".

A las seis de la mañana las camas empezaban a llenarse de cuerpos que no eran capaces de vocalizar más de tres palabras seguidas, algunos arrepentidos de sus actos libidinosos y otros demasiado excitados por el alcohol y las hormonas.

En fin, que una vez más se demuestra que hace falta estar lejos de casa para sacar la verdadera fiera que llevamos dentro.

Al día siguiente unos cuantos volvimos para Madrid y otros se quedaron guardando la casa de la Teodora, mientras los gatos curiosos y ronroneadores seguían intentando formar parte de un equipo muy cachondo.

Vamos, que si me dicen de volver la semana que viene, yo me apunto.


lunes, noviembre 01, 2004

Apurando mis últimos días de "recién licenciado en paro", desde el jueves he puesto en práctica ese lema que reza algo así como "vive cada día como si fuera el último"...

La rutina de limpieza de mi tatuaje fue la protagonista de la semana pasada; como un auténtico sumiso, las palabras y consejos de Alex (el argentino agraciado que tuvo el honor de dejarme una firmita eterna en mi nuca) se me repetían en el interior de mi cabeza, de modo que he cumplido a raja-tabla las indicaciones de higiene que tiene que llevar cabo un recién tatuado (y que luego me he dado cuenta que casi nadie cumple).

El viernes fue mi día "Actimel": todo el día corriendo de un lado para otro con la musiquita del anuncio de fondo, y el temor de que mis defensas bajaran y me dejaran en pelotas ante tanto virus hambriento que a tantos conocidos ha capturado en estos dias. Partido de tenis por la mañana, café con Marcos en el Vips del Heron City, cita a las 9 en Conde Casal con mis compañeros de facultad y cumpleaños de Ainarita en el Max Estrella.

Rosita, Tellme, Inma+Miguel, Bulma+Diego y yo, nos juntamos para conocer el nidito de amor que los terceros se han comprado casi llegando a Valencia, quiero decir, en Arganda del Rey... Fue divertido, y aunque lleváramos tiempo sin vernos la puesta al día fue rápida y enseguida volvimos a la complicidad que nos hizo juntarnos allá por 1998 en la Facultad de Psicología.

Tras devorar las pizzas que el novio (y futuro marido) de Inma tuvo el placer de traernos y unos vinitos con licor de mora, partimos hacia el centro de Madrid para acompañar a Ainarita en su 24º cumpleaños y tomarnos unas copitas en su honor. Allí nos encontramos con una guapisísima anfitriona centro de todas las miradas del local (y no es de extrañar); entrega del regalo (ya lo se Bulma, no tuve tiempo de envolverlo...), charla con más gente del gremio y pronto para casa que al día siguiente tenía que madrugar: viaje a una casa rural en un pueblo de Ávila para celebrar el cumpleaños de Nachete y Pilarinchi...

Y aunque mi deseo era acostarme pronto, de camino a casa recibo una llamada que hace desviarme y me coloca en un barecillo de última hora de mi pueblo: unas copitas con Pepita y Aramis, una buena charla mientras descubro con asombro que me gusta el bareto (Ambigú 33) y la puesta a punto del viaje, eran necesarias a las 6 de la mañana... a pesar de que al día siguiente tuviera que levantarme a las 10.

El viaje a El Arenal (Ávila) lo contaré otro día, que hoy estoy con los nervios "pre-integración en el mundo laboral" y la resaca de un viaje que merece la pena contar con más calma y más espacio...


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