martes, octubre 31, 2006

Curriculum Vitae

Recuerdo una vez que escribí en un cuadernillo que tenía, un pequeño fragmento sobre mi vida en ese momento. Empezaba así: "Huir, huir, huir...".

Lo leyó mi gran amiga Gilda y fue objeto de mofa (yo incluido) durante varios meses... pero qué gran verdad. El otro día tuve que dejar mi casa por estar recién barnizada y pasé la noche en la de mis padres. Al día siguiente tenía una reunión en un laboratorio y tuve que ir con traje a trabajar, de manera que cuando cogí el autobús me reencontré con Enrique, el marido de mi prima y con el que coincidía muchas veces cuando bajaba o subía a Madrid.

Lo primero que me dijo hizo referencia a la elegancia que me aportaba el conjunto chaqueta-pantalón-camisa-corbata-zapatos, lo segundo a mi estatus laboral ("Pareces todo un ejecutivo"), y lo tercero a mi estabilidad personal ("¿Estás contento?").

Pues NO, no estoy contento, no me siento realizado y siento que mi vida profesional es una mierda. Llevo 4 años en el sector y voy a empresa por año, no llevo ni 4 meses en esta y ya estoy pensando en cambiarme, empiezo a coquetear con Infojobs. Le comenté que tengo la impresión de que ninguna empresa me gusta, en ninguna me siento a gusto y no se deben a mis 26 años (o posible inmadurez) ni a mi extensa vocación artística (que me hace más feliz que un regaliz).

Se debe a que en mi empresa actual muchos piensan que mi trabajo es inútil, que la media de mis compañeras ronda los 40 años, que son todo mujeres y muy escasos hombres, que en mi departamento somos 3, uno de los cuales se lleva a matar con el jefe, y la otra es una víbora muy venenosa. Mi querida Silvia, compañera que tanto amor me profesa, que tanto sonríe, no habla bien ni del portero de la finca. Se dedica a malmeter contra todo el mundo, sólo lo que hace ella tiene sentido, es una hermanita de la caridad, todos van contra ella cuando lo único que hace es dar la cara por los demás. Es la niña mimada del jefe, la que controla el tiempo de los demás (dice que a ella le da igual pero se sabe de memoria las horas que hace cada uno), la que sabe que en su mano está la estabilidad profesional de muchos de los que le rodean, la que si no te llevas bien con ella es capaz de hacerte daño, de darte la espalda, de criticarte y de ponerte en contra de toda la plantilla.

Los corrillos de cuarentonas criticando siempre están liderados por ella, y siempre su historia es mucho más grave que la de los demás. Hablar de sí misma, de sus problemas y de sus anécdotas es lo que mejor se le da: está encantada de conocerse, utiliza el flirteo con los clientes y se roza con todo aquello de lo que puede sacar provecho.

Este es mi día a día, mis compañeros de trabajo parecen sacados de una snaff movie, son raros de cojones... y yo sigo sin querer parecerme a nadie, ausencia de aspiracionalidad.

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