Todavía sopesando los excesos navideños (que no han sido tantos) y buscando hipótesis que tranquilicen mi preocupación histriónica por mi estado de salud, por fin se acaba la semannus-horribilus de un año que no ha hecho más que comenzar (mis amigos enfermos también parece que empiezan a levantar cabeza: Pepita, Pilarinchi, JM...).

Aceptando planes tranquilos y dramatizando cualquier síntoma negativo en mi cuerpo, el viernes quedé con Ovejitas_ para que me contara sus vacaciones en Italia (alejando así la atención y preocupación por mis achaques); aproveché la coyuntura y por fin me compré la cámara digital tan deseada (yo seguía con mi terapia de distracción e intentando pensar siempre en positivo).

El sábado por la mañana me empaché de instrucciones y me puse manos a la obra haciendo fotos de lo más absurdas: al belén, las cortinas, mi sombra proyectada sobre la pared, mi hermano recién levantado bebiéndose un vaso de leche... (lo siento Antuán, ni siquiera la tuya merece la pena, todavía me falta práctica).

Por la tarde quedé con mi Gilda: ahí estuvimos los dos, en nuestro Templo del café cada uno con su cámara nueva haciéndonos fotos el uno al otro en plan "Egolog", pero estuvo divertido (como siempre).

Y como guinda al fin de semana hoy me he ido con mi hermano a darle una sorpresa a Elena a Villanueva de Alcorón (Guadalajara); no soy más que el cuñado, pero el plan parecía interesante, me apetecía conocer un sitio nuevo, salir de Madrid y conocer por fin la familia de mi cuñadísima: majísimos todos, me lo he pasado en grande, me he reído mucho (sobre todo con su hermana Mari Cruz, menudo crack, y que junto a Elena hacen una pareja muy cómica) y he prometido volver pronto, vamos que un fin de semana allí le cura la gripe a cualquiera.

Mañana volvemos al tajo, pero me apetece, no se, como que he recargado las pilas.

Muchos besos y salud para todos.

(Cuidadín con la gripe, que han dicho que hasta febrero no alcanza su punto álgido).