Cierto mal rollo inunda hoy mi cabeza; a lo mejor es porque Logansan quiere cerrar su diario (maestro de maestros); o porque leo ciertas cosas en el diario de otra amiga que me despiertan una melancolía incómoda; quizá es que hace días que no veo a mi "imposible pareja de hecho" y ya me parece que son meses; o quizá porque mi entorno majariego me demuestra constantemente que la práctica del "mirarse al ombligo" es lo más normal del mundo... y no me va.
Quizá este mal rollo es simplemente porque es domingo... no?.
No se, el caso es que me apetecía vomitarlo y lo he soltado, además este fin de semana no me ha ido nada mal. El viernes nos juntamos Javi Médico, Germán-Murcia, Logansan, Ovejitas y yo, y después de flirtear con los bares del barrio, acabamos, según lo fijado días atrás, en Cool. Maromos, morenazos, chulos sin camiseta, el juego del hielo y orihundos de Portugal fueron la distracción de la noche. Donde hay confianza...
Jaime, Fernando, Pedro, Mauro... Pedazo de colegas que conocí el sábado gracias a Toni (el psicologuín), pedazo de risas que me eché con ellos (siempre pidiéndome el "punto de vista como psicólogo recién licenciáo") y vaya mierda que el último búho a casa sea a las 4.45. Por cierto, el Polana sigue igual de agobiante que cuando lo conocí hace años.
A ver qué tal se nos da la semana.
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