lunes, junio 27, 2005

Intentos de seducción

Yo siempre salgo de marcha con la idea de que nunca va a pasar nada (aunque en lo más profundo de mi inconsciente no suele ser así). Es lo que tenemos los solteros: salimos más, bebemos más, intentamos sonreír más, miramos más, fichamos más... O por lo menos eso me pasa a mí.

Tener unos escarceos sexuales se agradece, se considera, se anota en el Curriculum y en la agenda del móvil, pero cuando ese escarceo no tiene resultados...

En mi caso nunca me ha molado eso de irme a la cama en la primera noche. Hablo de "noche" porque he de reconocer que una vez me pillaron de improviso a las 7 de la tarde y acepté a ir a su casa pensando que nos esperaba una agradable velada ante una suculenta cena, y lo que me encontré fue una suculenta ración de sexo ante una cerveza calentorra... (no me quejo, no, pero... ¿y la cena?).

Si nos centramos en el mundo de la noche, para mí un buen fichaje tiene sus inconvenientes: es por la noche, y como dice mi madre "todos los gatos son pardos", la música y las luces engañan y a veces se malinterpretan las cosas, por eso es mejor dejarse llevar, lanzarse (o no), satisfacer el calentón con unos roces inocentes y rechazar cualquier proposición de pasar la noche en cama ajena. A mí me mola mazo mi cama, todavía sigo en el nido familiar, así que me temo que todavía quedan unos meses hasta que de mi boca salgan las palabras mágicas: "¿Nos vamos a un sitio más tranquilo? Por ejemplo: mi casa...".

Claro que cada uno tiene sus estrategias y preferencias. A mí me gusta mucho quedar al día siguiente a tomar un café, por reafirmar mi buena elección o por reafirmar mi alcoholismo de fin de semana ("dios, ¿realmente eras TÚ?"); a mí me han pasado las dos cosas, y nunca me he escondido o pasado de largo por no sentirme atraido por esa persona a plena luz del día.

Ese café también es decisivo, a partir de aquí mi criterio comienza a ser algo más objetivo (por eso de estar sobrio) y mi líbido se potencia el doble por sentirme plenamente atraido: me encanta la colonia que lleva (es lo poco que suelo recordar de la noche anterior), tiene una mirada alucinante, una conversación que se hace interminable... así que ya podemos ir a follar, después ya se verá si se mantienen los puntos anteriormente citados y se puede establecer una relación.

(Nota: la frecuencia con que (me) pasan estas cosas puede ser muy, muy baja)

�z)C0A