sábado, junio 04, 2005




Cumpleaños de Guadis y LaRebe; una noche por Huertas celebrando uno de los acontecimientos más esperados.

Después de una semana algo tormentosa, de reminiscencia a los 15 años, de falta de comunicación directa, de desorientación temporal, parece que las aguas vuelven a su cauce.

La combinación del mal tiempo con el buen tiempo afecta definitivamente a los estados de ánimo (por lo menos en mi caso); la gente está como embotada, en un estado distímico permanente que hace que las relaciones se deterioren un poco (por lo menos en mi caso).

Dice mi madre que el año pasado fue igual, discrepo, seguramente fue parecido pero no como éste; el buen tiempo hace a la gente sonreír, y aunque eso es cada vez menos frecuente por norma general, ahora que se avecinan olas de calores más africanos que nunca me temo que la temperatura de la sangre hervirá hasta su máxima ebullición, como si del poderoso influjo de la luna se tratara. Intentar controlarlo es como intentar controlar el bombeo del corazón, pero a lo mejor si nos esforzamos por enseñar los dientes de una manera más amable el buen rollo puede ser contagioso.

Yo mientras tanto practico mis sonrisas pensando en los planes que estamos preparando para el verano:

- Ibiza

- Amsterdam

- Marbella...

¿Alguien se apunta?

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