jueves, abril 14, 2005

Cris-Holiday-Gym





Últimamente me está yendo bien en la oficina... Sin llegar a ser un estrés, el ambiente de trabajo cada vez es mejor, nos conocemos más y voy descubriendo en mis compañeros grandes cómplices de mis carcajadas.

Uno de mis mejores apoyos a la hora de buscar unas risas es mi vecina de despacho, Cris-Holiday-Gym, con la que tengo el honor de compartir un sentido del humor muy similar, el de "me río por todo", el absurdo.

Nos lo pasamos bien en el despacho, y a veces se ha llegado a convertir en centro de reunión de gente que viene buscando un descanso, que tiene ganas de desahogarse de los jefes y que les imitan buscando estallar mi risa discreta. "Algún día te van a dar un toque", me dice algún colega envidioso, pero a mí me da igual, no hay nada más sano y que de subidón que escuchar una buena carcajada a lo lejos.

El caso es que mi compañera Cris-Holiday-Gym está muy quemada (rozando el síndrome de Burnout), sus gestos son muy exagerados y cada poco tiempo le gusta imitar a mis jefes de la forma más grotesca e histriónica (y más graciosa para mí). Hoy me ha confesado que se marcha porque no aguanta más, que tiene proyectos gloriosos y que en unos meses está fuera de Idea...

Mi primera reacción ha sido de alegría por ella, no debe ser muy sano ir a trabajar con la cabeza como la tiene; pero mi segunda reacción, además de interna, ha sido de desilusión. Por fin me voy acoplando, por fin me doy de bruces con unas risas que apaciguan el estrés de un día de trabajo... y como si de un pay-per-view se tratara me lo cortan de un plumazo; como si sólo pudiera disfrutarlo un rato...

Pero bueno, la vida sigue; es la segunda vez que me encuentro con esta chica en mi vida laboral y la segunda vez que va a desaparecer como si fuera un marcador de etapas.

Le deseo suerte, y quién sabe, a lo mejor vuelvo a aparecer en su nueva empresa dentro de un tiempo...

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