martes, junio 21, 2005

"Atención, tren corto"

Llevo varios días siguiéndote la pista, el contexto siempre es el mismo: el andén de una estación (como la canción de Ana Belén). Mis mañanas y mis tardes a la vuelta del trabajo son bastante oscuras como para pararme a observar con detalle la gente que me rodea, pero tú siempre me has llamado la atención, o quizá tu aspecto físico, agradable y con un toque de seducción, ha despertado mi líbido de su largo letargo.

El verano (desde hoy, día 21) y el calor que tan pronto ha aparecido (siento hacer referencia al tema climatológico en cada una de mis entradas, pero es algo que me mantiene en vilo) hacen de mi cuerpo y de mis instintos una olla a doscientos grados centígrados (para que luego no se cocine nada bueno que llevarse a la boca).

Pero hoy la cosa ha sido diferente; te veo "en el andén", paso de largo y de reojo siento que también me buscas, ando unos cuanto metros más y me detengo a observarte de lejos disimulando gracias a mis gafas de sol. Tú sigues a tu periódico y yo sigo con mi música.

Anuncian la llegada de nuestro tren, qué sorpresa cuando avisan que se trata de un "tren corto", por lo que tengo que volver hacia tí para poder llegar a la cabecera. Casualidades de la vida entramos en el mismo vagón, me hago un hueco entre la gente y me sigues, nos agarramos a la misma barra y nuestros brazos se tocan... yo sigo disimulando con mis gafas de sol y mi música, tu atención se centra en las noticias del "¡QUÉ!". Durante todo el trayecto, con los vaivenes, nos hemos rozado sin llegar a la vulgaridad, a mí me ha dado igual ¿y a tí?.

Al llegar a nuestro destino salgo corriendo huyendo de no se qué, o intentando aparentar una absoluta indiferencia ante nuestra escueta aventura... No quiero buscarte pero me muero de ganas por darme la vuelta, mirarte de frente sin gafas de sol y conocer a fondo qué es lo que se esconde detrás de esos ojos azules que tanto me inquietan (y me ponen).

Pero no hay huevos...

�z)C0A